martes, 26 de agosto de 2008

Ragnarok

Un dia de calma, un dia en el que el tiempo parece no pasar, tumbado en la cama escuchando música calmado y en silencio, yo solo con mi mp3. De repente, solo senti frio, un frio que llegaba hasta lo hondo de mis huesos, un frio helador que hacia que mi aliento se condensase al instante de salir de mi garganta. Todo a mi alrededor se volvio negro, oscuro y yo sin saber que sucedia me levante. Debajo mis suelas solo notaba una superficie blanda, pringosa y humeda, no sabia donde estaba. Mi cabeza me daba vueltas y me acabo tumbando en el suelo, patinando en esa superficie gelatinosa me quede inconsciente, tumbado. Cuando abri los ojos volvia a estar en mi cama, cubierto de moco verde, y mirando a mi alrededor vi unas huellas con esa misma sustancia, solo que doblaban el tamaño de mi pie. Horrorizado me levante, y corriendo me fui hacia el comedor, no habia nadie... estaba solo... ni padre ni madre, ni perro ni gato, ni siquiera habia canal alguno sintonizado en el televisor. Decidido a encontrar a alguien me fui como pude, chocando con paredes y tropezando con escalons, corriendo con mis pies patinando por causa de esa sustancia. Sali a la calle y todo lo que oi fue silencio, no habia coches, ni motos, ni pajaros, ni niños jugando, nada. Solo yo ante un suelo rojo, casas derruidas y el cielo negro lleno de polvo y cenizas. No habia farolas, solo quedaban piedras y restos de construcciones ante mi.
De repente una voz me hizo reaccionar, una voz que provenia del interior de mi mente, de lo mas hondo y recognito de ella. Una voz oscura y siniestra que decia una palabra, nada más: "Ragnarok". El fin de los dias nordico.
Porque a mi, posiblemente el único superviviente de tal crudo destino, porque a alguien tan normal se le habia dejado con vida, ¿como castigo?,¿como esperanza?, ¿como un cruel juego divino, si es que existe alguna divinidad?; no lo se.
Avanzo por una calle hecha solo de gravilla roja, con la mirada perdida en un horizonte de llamas, pronto apagadas por el hundimiento de este en la infinidad de un cielo negro. Oscuridad por todo, nada ni nadie andando mas que yo. Entonces, lo veo, una cosa verde, saliendo timidamente del suelo, iluminada por la única brecha en el cielo, y regada por las ultimas gotas de agua que quedan en la faz de la Tierra. Ahí esta, la última planta, la última esperanza de vida que mis ojos han visto antes de que mi cuerpo se descompusiera en terribles colapsos, rompiendolo en miles de pedazos y triturarlos. Ya se cual a sido mi destino: morir. Morir para que una planta se alimente de mi y resurja de una tierra, ahora en cenizas, y haga que la esperanza renazca y se repoble poco a poco la que en su dia fue la casa de todos. Porque nosotros desparezeremos y posiblemente casi todo con nosotros, pero la vida vivira por siempre, nunca terminara y siempre seremos la base de ella y no superior a ella. Nuestro destino a la larga es preservarla por encima de todas las cosa, y no destruirla como en nuestros ojos se ha gravado, en el Ragnarok que es la época actual.



Mensaje anonimo de algún momento futuro, a lo mejor no muy lejano.

No hay comentarios: